domingo, 31 de julio de 2016

Día 2 - Londres

Hemos empezado el día con bastante más energía. El desayuno y la ducha de rigor y a la calle.

La mañana ya comenzado por Shoreditch recorriendo sus calles en busca de todo tipo de Street Art, en especial fijando la vista en los grafittis. Tiendas y cafeterías de diseño, con encanto, cuidadas. De las que nos gustan, vamos.

De ahí nos hemos dirigido a Brick Lane. Una zona llena de puestos de todo tipo. Y efectivamente, hemos caído con el famoso Salt Beer Bagel. Ya sabéis que 'donde fueres, haz lo que vieres'. Y nosotras, lo llevamos a rajatabla.😋😋😋

Zumo natural de mango y fruta de la pasión para seguir paseando por los distintos mercados de la zona. Lo cietto es que recuerda al antiguo Candem, al de hace 20 años, cuando tenía más encanto. Shoreditch y Brick Lane son la zona de moda. Ahí es donde nos hemos encontrado a Fredy Beats con uno de sus shows. Increíble.

Y como el dia va de sitios emblemáticos, son hemos dirigido a Poppies's a degustar su famoso Fish&Chips. Merecida la fama, la verdad. Jugoso, un pescado bastante fresco y un rebozado ligero dentro de ser rebozado.😂😂😂😂😂

Y seguimos gastando suela, está vez, hacia el sur. Spitafield Market. Liverpool station para reponer los productos de Lush. Y poco a poco hasta llegar a Aldegate primero (quería sacar una foto al lugar en el que vivían parte de los personajes de la trilogía 'The Century' de Ken Follet) y al Tamesis después. Con tiempo, hemos recorrido parte del río para hacer una larga parada en Starbucks (el primero del viaje aunque cueste creerlo) y reponer un poco las fuerzas para esta noche).

Sobre la 7, nos hemos dirigido hacia el Sky Garden para el que habíamos cogido entradas para el último pase. En el piso 35, se puede observar toda la ciudad. Una visita recomendada, más teniendo en cuenta que es gratuita.

Al bajar, nos acercamos a St Paul para una fotos y de ahí ya directos a casa con la compra hecha que mañana toca día largo.

sábado, 30 de julio de 2016

Día 1 - Londres

Hace años casi venía a Londres cada año o cada dos. Pero esta vez, no volvía desde 2012. Ya era hora de volver.

Anoche llegábamos en un vuelo a última hora, pocas horas después de dejar la oficina. Hay que aprovechar al máximo.😊

Fuimos con tiempo al aeropuerto ya que por la mañana había habido retenciones. No fue la única incidencia del trayecto. Teníamos cogidos los autobuses ta para bajar a la ciudad desde Stansted con EasyBus. Allí mismo nos enteramos que la compañía ya no ofrecía el servicio desde hacía 7 meses...¡y habíamos comprado los billetes hacia 2! Al menos, National Express se hacía cargo de nosotros gratis.

Ya en Victoria, cargamos la Oyster (o eso pensábamos) y cogimos el N38 para acercarnos a nuestro albergue en la zona del British Museum. Check-in a a dormir que eran ya las 2 de la mañana.

Hoy, a las 8.30 ya nos hemos puesto en planta. Desayunar con calma y ducharnos. Y justo antes de salir, buenas noticias :).

Nada más salir, empieza a chispear. Decidimos arriesgarnos y seguir ya que por ahora vamos a andar por la zona, sino, ya volveremos a por el chubasquero. Una visita rápida al British para ver la cúpula y de ahí a coger unos básicos Primark (vinimos a drede sin calcetines para comprar aquí los que usamos).

Tras una parada rápida en Sainsbury, hemos cogido el metro hasta King Cross's ya que la línea Northern está cerrado por obras. Hemos visitado la zona de la Universidad UAL. Menudo ambiente con unos food truck y unos chorros de agua.

Paseando a lo largo del canal, hemos llegado hasta Candem. Una vuelta para ver los puestos y ya a la hora de comer, parada obligatoria en los puestos: noodles con pollo al curry y una fajita. A mí esto me sabe a gloria siempre. Comer en el canal comida de un puestecillo es 😍😍😍😍😍.

Tras un buen descanso, nos hemos ido a la playa. Sí, en Londres hay playa. Durante este mes han habilidato en una azotea una playa de arena fina. Un gusto poner los pies en la arena mientras te tomas una coca cola, gratis. Había unas promotoras que nos han venido de lujo.

Una vez descansadas de verdad y cuando las nubes empezaban a asomar, hemos ido caminando poco a poco hasta Bond Street. Una buena caminata que ha hecho aflorar el cansancio. Al menos en el camino hemos podido ver un autobús rojo de los antiguos en servicio especial: ¡con unos novios recién casado s!

En oxford Street le hemos dado un poco a la visa. Que también toca algún capricho que otro. Y ya, tras pasear por la zona de Carnaby Street, hemos hecho un alto en el camino para comprar cuatro cosas y cenar tranquilamente en el albergue. Mañana será otro día.