sábado, 30 de julio de 2016

Día 1 - Londres

Hace años casi venía a Londres cada año o cada dos. Pero esta vez, no volvía desde 2012. Ya era hora de volver.

Anoche llegábamos en un vuelo a última hora, pocas horas después de dejar la oficina. Hay que aprovechar al máximo.😊

Fuimos con tiempo al aeropuerto ya que por la mañana había habido retenciones. No fue la única incidencia del trayecto. Teníamos cogidos los autobuses ta para bajar a la ciudad desde Stansted con EasyBus. Allí mismo nos enteramos que la compañía ya no ofrecía el servicio desde hacía 7 meses...¡y habíamos comprado los billetes hacia 2! Al menos, National Express se hacía cargo de nosotros gratis.

Ya en Victoria, cargamos la Oyster (o eso pensábamos) y cogimos el N38 para acercarnos a nuestro albergue en la zona del British Museum. Check-in a a dormir que eran ya las 2 de la mañana.

Hoy, a las 8.30 ya nos hemos puesto en planta. Desayunar con calma y ducharnos. Y justo antes de salir, buenas noticias :).

Nada más salir, empieza a chispear. Decidimos arriesgarnos y seguir ya que por ahora vamos a andar por la zona, sino, ya volveremos a por el chubasquero. Una visita rápida al British para ver la cúpula y de ahí a coger unos básicos Primark (vinimos a drede sin calcetines para comprar aquí los que usamos).

Tras una parada rápida en Sainsbury, hemos cogido el metro hasta King Cross's ya que la línea Northern está cerrado por obras. Hemos visitado la zona de la Universidad UAL. Menudo ambiente con unos food truck y unos chorros de agua.

Paseando a lo largo del canal, hemos llegado hasta Candem. Una vuelta para ver los puestos y ya a la hora de comer, parada obligatoria en los puestos: noodles con pollo al curry y una fajita. A mí esto me sabe a gloria siempre. Comer en el canal comida de un puestecillo es 😍😍😍😍😍.

Tras un buen descanso, nos hemos ido a la playa. Sí, en Londres hay playa. Durante este mes han habilidato en una azotea una playa de arena fina. Un gusto poner los pies en la arena mientras te tomas una coca cola, gratis. Había unas promotoras que nos han venido de lujo.

Una vez descansadas de verdad y cuando las nubes empezaban a asomar, hemos ido caminando poco a poco hasta Bond Street. Una buena caminata que ha hecho aflorar el cansancio. Al menos en el camino hemos podido ver un autobús rojo de los antiguos en servicio especial: ¡con unos novios recién casado s!

En oxford Street le hemos dado un poco a la visa. Que también toca algún capricho que otro. Y ya, tras pasear por la zona de Carnaby Street, hemos hecho un alto en el camino para comprar cuatro cosas y cenar tranquilamente en el albergue. Mañana será otro día.

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