lunes, 27 de febrero de 2017

Día 3 - Oporto

Bien temprano, comenzamos con un buen desayuno mientras vamos preparándonos para otro día en las calles de Oporto.

Empezamos el día cambiando hacia el Jardín del Palacio de Cristal, unos jardines en los que se pueden encontrar hasta pavos reales. Cierto es que no tiene mucho más así que, si andáis justos de tiempo, no hace falta que os acerquéis.

Desde allí, nos dirigimos a la Iglesias de las Carmelitas, justo en la plaza en la que parten los tranvias 18 y 22. Es curioso ver cómo recibieron las iglesias con baldosas pintadas.

Nos acercamos a la Librería Lello, pero demasiada cola en este momento. lo mismo nos pasa en la Torre de los Clérigos por lo que, decidimos bajar hasta el Palacio de la Bolsa. Pero no es nuestro día de suerte: han cerrado hasta el 2 de marzo así que nos quedamos sin verlo. Así que, nos acercamos a un lateral para ver la Iglesia de San Francisco y las catacumbas. En la Iglesia, como buenos turistas, nos arrimamos a una guía para captar información 😜😜😜.

Al salir de la iglesia, empieza a llover así que, cambio de planes: volvemos a la zona de la Torre de los dos Clérigos. Unos bolanhos de bacalao, un vino de Oporto y una Francesinha después, nos vamos a Hogwards, o al menos, a su librería Lello 😊. Tiene su encanto aunque, sinceramente, no tiene más que la escalera.

Al salir, ya con la comida un poco digerida, comenzamos a atacar los 211 escalones que nos llevarán a lo alto de la Torre de los Clérigos. Una vista panorámica de la ciudad de 360° que nada tiene que envidiar a la panorámica desde la ciudad o a la que hay desde Vila Nova do Gaia.

Aprovechando que estábamos justo en la plaza de la que parten los tranvias circulares y viendo que el tiempo no mejoraba, decidimos montarnos en el tranvía 22, que por 3€ nos llevará ida y vuelta hasta la plaza de Batalha. A mitad de camino, casi nos llevamos un coche por delante remolcado por estar estacionado en las vías: no se ha cortado mucho el maquinista en arrimar al milímetro el tranvía al mismo. Y si os montáis, recordad que en Batalha, hay que cambiar el sentido de los asientos😊.

Al pasar con el tranvía por la calle Santa Catalina, escuchamos, a eso de las 6, un carrillón, así que, al bajar del tranvía, decidimos acercarnos a pie para poder escucharlo a las 7. De camino, pasamos por la fachada del Steak&shake Para sacar la típica foto de su fachada de baldosa.

Y ahí estamos, a las 7 frente al carrillón, cámaras preparadas, repiquetean las campanas y, nos quedamos con cara de tontos al ver que el carrillón no se pone en funcionamiento.😂😂😂 Oporto empieza a parecer una serie de catastróficas desdichas. Pregunta tamos y nos cuentan que el carrillón es a las 9.00, 12.00, 15.00 y 18.00. Así que, mañana tocará volver.

De vuelta a casa con una parada técnica para comprar un par de patatas para cenar la clásica tortilla de patatas que siempre sabe mejor fuera, en pijama y con mascarilla de pies.😂😂😂

sábado, 25 de febrero de 2017

Día 2 - León/Oporto

A las 8.30 ya estamos saliendo a las calles de León: ver la casa Botines, el ayuntamiento. Por supuesto, un buen desayuno no puede faltar. Alguna foto más de la catedral​ y ya coche a emprender camino a Portugal.

El viaje son unas 4h. Tiempo que nos da para saber cómo funciona el tema de las carreteras de peaje electrónico: no hay perdida, nada más pasar la frontera, advierten a los foráneos que pasen por una especie de 'peaje' especial para asociar una tarjeta al vehículo y a medida que pasas por arcos que están en la carretera, van cargándose el importe correspondiente. Por cierto, la gasolina bastante más cara (para tenerlo en cuenta y llenar el depósito antes de la frontera 😉).

Conseguimos llegar directos hasta el apartamento (el maps offline y viamichelin han sido muy eficaces). Antes de entrar al apartamento hemos tenido que hacer un poco de tiempo así que hemos ido a comer al 'Sins sauce'; sándwiches y hamburguesas muy buenas y muy buen servicio.

Quedamos con la dueña del apartamento: sencillo pero con todo lo necesario, céntrico y, sobre todo, con garaje privado incluido. Un acierto. Aprovechamos para dejar todo en el apartamento, coger unos mapas, situarnos y planear brevemente la tarde.

Aprovechando las últimas horas de sol, la tarde va a ser de toma de contacto y callejeo. Empezamos por la avenida de los aliados hasta llegar a la Estación San Benito, en la que se observan perfectamente las baldosas decorativas en las que se aprecian distintos acontecimientos. Además, fuera de la misma, un grupo de tambores hacen redoblar los mismos poniendo ritmo en la ciudad.

Subimos hasta la Catedral desde donde vamos descendiendo hasta el río pasando por la Iglesia dos Grillos hasta la de la Misericordia donde nos encontramos con la tuna de ingenieros; un punto folclórico nunca viene mal.

Tras dejar el Palacio de la Bolsa atrás, llegamos al río. Un buen paseo hasta llegar al Puente Luis I, cruzamos el río llegando a la zona de las bodegas. Desde esta margen del río, se aprecia una vista preciosa de Oporto con todas sus cosas de colores en distintas alturas.

Una vez ha anochecido, queda lo peor: subir todas las cuestas que hemos ido bajando a lo largo de la tarde 🙈. Y empezamos subiendo las 211 escaleras que hay para cubrir el desnivel del puente Luis I. De ahí, poco a poco hasta casa, con la parada reglamentaria en el supermercado. Ya en el apartamento, cena y mapa en mano, preparamos el resto del planning.

Día 1 - León

Olentzero tuvo la buena idea de dejar en mi zapato un viaje. Así que, dos meses después y aprovechando los días de carnaval.

Así que, al mediodía, arrancábamos el coche dirección León, la primera parada del viaje. Nunca habíamos estado en esta zona de Castilla y León y todo el mundo dice que bien merece una visita.

Las 4h de coche pasan rápido, con una pequeña parada para un café.  Poco pasadas las seis, llegamos a  la ciudad y rqpidqmnt nos dirigimos a la Catedral ya que cierra a las 7 y es visita obligada. No decepciona. La audioguia está muy bien: sencilla pero con información. Os recomiendo que os traigáis vuestros cascos por tema de comodidad.

A la salida, nos acercamos a dejar todos los trastos y hacer una pequeña compra para los días venideros. Instalados ya, nos vamos a recorrer los bares de León en busca de sus famosas tapas. 'El rebote', 'El flechazo' y otro clásicos de la ciudad son nuestras paradas. Cuidado con la croqueta 'Jalisco' de 'El rebote'; no pica, ¡arde! La boca insensibilizada. Una experiencia.

Nos retiramos pronto. Mañana nos queda otro buen camino hasta el destino final.