A las 8.30 ya estamos saliendo a las calles de León: ver la casa Botines, el ayuntamiento. Por supuesto, un buen desayuno no puede faltar. Alguna foto más de la catedral y ya coche a emprender camino a Portugal.
El viaje son unas 4h. Tiempo que nos da para saber cómo funciona el tema de las carreteras de peaje electrónico: no hay perdida, nada más pasar la frontera, advierten a los foráneos que pasen por una especie de 'peaje' especial para asociar una tarjeta al vehículo y a medida que pasas por arcos que están en la carretera, van cargándose el importe correspondiente. Por cierto, la gasolina bastante más cara (para tenerlo en cuenta y llenar el depósito antes de la frontera 😉).
Conseguimos llegar directos hasta el apartamento (el maps offline y viamichelin han sido muy eficaces). Antes de entrar al apartamento hemos tenido que hacer un poco de tiempo así que hemos ido a comer al 'Sins sauce'; sándwiches y hamburguesas muy buenas y muy buen servicio.
Quedamos con la dueña del apartamento: sencillo pero con todo lo necesario, céntrico y, sobre todo, con garaje privado incluido. Un acierto. Aprovechamos para dejar todo en el apartamento, coger unos mapas, situarnos y planear brevemente la tarde.
Aprovechando las últimas horas de sol, la tarde va a ser de toma de contacto y callejeo. Empezamos por la avenida de los aliados hasta llegar a la Estación San Benito, en la que se observan perfectamente las baldosas decorativas en las que se aprecian distintos acontecimientos. Además, fuera de la misma, un grupo de tambores hacen redoblar los mismos poniendo ritmo en la ciudad.
Subimos hasta la Catedral desde donde vamos descendiendo hasta el río pasando por la Iglesia dos Grillos hasta la de la Misericordia donde nos encontramos con la tuna de ingenieros; un punto folclórico nunca viene mal.
Tras dejar el Palacio de la Bolsa atrás, llegamos al río. Un buen paseo hasta llegar al Puente Luis I, cruzamos el río llegando a la zona de las bodegas. Desde esta margen del río, se aprecia una vista preciosa de Oporto con todas sus cosas de colores en distintas alturas.
Una vez ha anochecido, queda lo peor: subir todas las cuestas que hemos ido bajando a lo largo de la tarde 🙈. Y empezamos subiendo las 211 escaleras que hay para cubrir el desnivel del puente Luis I. De ahí, poco a poco hasta casa, con la parada reglamentaria en el supermercado. Ya en el apartamento, cena y mapa en mano, preparamos el resto del planning.
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