A finales de diciembre, el Olentzero tuvo a bien enviarnos durante los 4 días de carnavales a conocer una ciudad de la lista de pendientes. Así que, esta mañana, a las 4 de la mañana ha sonado el despertador para ponernos en marcha.
Con la intención de aprovechar al completo los cuatro días, el. Vuelo salía desde Bilbao a las 6.45 de la mañana. Así que, hemos empezado con madrugón. Pero nos ha dado tiempo de sobra para llegar con tiempo al aeropuerto, dejar el coche en el parking de larga estancia, incluso a desayunar antes de pasar el control.
Embarcamos nada más llegar ña la cosa y el primer vuelo se nos pasa volando (y durmiendo ). En Bruselas tenemos una escala de 1h que aprovechamos para un café y corriendo al otro vuelo. Para las 11 estamos en el aeropuerto de Tegel.
La primera misión es clara: buscar la oficina de información para comprar la welcome card. Nosotros, a pesar de que creemos que no le vamos a sacar el rendimiento necesario, cogemos la opción de 4 días para olvidarnos del tema. 31.5€ por persona.
Nos montamos en el autobús 128 para llegar hasta Kurt-Schumacher-Platz desde donde cogeremos el metro hasta el hotel. Al menos esa es la intención inicial proque ya sabéis que los autobuses no paran en todas las paradas siempre. Ahí estamos debatiendo qué será lo que vemos por la ventana cuando nos damos cuenta de que es nuestra parada. Arranca el autobús y gracias a los alemanes que están montados, conseguimos que el chófer pare 10m más adelante. Ya desde ahí, nos dirigimos sin problemas hasta el hotel Gat Checkpoint. La primera impresión es buena: bien ubicado, sencillo pero suficiente para visitar una ciudad 4 días.
Dejamos los bártulos y nos dirigimos, como no, hacia el Checkpoint Charlie. El tiempo acompaña mucho y nos sorprende ver grupos enormes de gente. Hasta que al rato nos damos cuenta que son grupos de free tours o similares. Un poco cortos que somos.
Tras las fotos de rigor, nos dirigimos a la Topografía del Terror. Id con tiempo ya que hay mucha información dentro y por muy ligero que se vaya, nosotros hemos pasado cerca de una hora. No vais a encontrar nada nuevo sobre Alemania pero merece no olvidar la historia.
Ya con las tripas rugiendo, nos vamos hasta Postdamer Plata y comemos en Vapiano (una cadena italiana que nos habían recomendado ya que es pasta hecha allí al mimento). La verdad es que en 40min estamos fuera: un servicio bueno, bonito y barato con una organización curiosa y muy efectiva. Recomendable.
Empezamos la tarde visitando el monumento a las víctimas del Holocausto. Lo cierto es que nos ha sorprendido in situ. Muy curioso. Después nos hemos dirigido a la Puerta de Brandenburgo y el Bundestag para recorrer Unter den Linden. Visitamos la biblioteca estatal, la Universidad Humbold, Bebelplatz donde está el monumento a la quema de los libros. Hemos continuado con la catedral de Santa Eduvigis: una mezcla entre moderno y clásico que a mí me ha sorprendido.
Tras ver la estatua de la mujer con su hijo en brazos en la Nueva Guardia, hemos visitado brevemente el Museo de Historia Alemana centrándonos en la historia del siglo XX. Cuando a las 6 nos han echado, hemos pasado por la Isla de los Museos acabando en Alexanderplatz. Nos sorprende a lo largo de todo el día el silencio que impera en la ciudad. Bastante temprano, acabamos cenando en los alrededores del hotel escuchando a el Cigala y Zenet.
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