Aparcamos en el aparcamiento del ayuntamiento por facilidad pero luego vemos que hay muchas opciones de aparcar en OTA (hay un parking de otra junto a la Catedral de San Pedro). Callejeamos un poco por la zona centro visitando la plaza del ayuntamiento decorada fin los motivos de los JJOO y la iglesia de Notre-Dame. A pesar de la humedad que hay dentro, merece la pena la visita a la iglesia por la decoración pintada de las columnas y cúpulas.
Localizamos una terraza de un bistro en la plaza para hacer la paradita de rigor para recargar pilas. Nada del otro mundo pero el plato del día (algo de carne o pescado con ensalada y patatas fritas), 15,90€. Un lugar que hace el apaño, especialmente porque la terracita cuenta con una sombra muy agradable y además, nos dejan alargar tranquilamente la sobremesa (Bistro Régent pl Charles de Gaulle).
A primera hora de la tarde damos el último paseo por Poitiers bajo el solazo. Ya se comienza a ver gente por la calle, ya que hasta entonces los únicos que andábamos por ahí éramos turistas. Antes de tirar al hotel, cogemos un pan para la cena.