El día se presenta tranquilo ya que nos queda solo callejear. Decidimos comenzar por la zona Luxexpo donde se encuentra el Parlamento Europeo ( una de las tres sedes, junto a la de Bruselas y Estrasburgo) y la Filarmónica. La pena es que es 15 de agosto por lo que se encuentra cerrado. Tendremos que volver mañana para visitarlo.
De vuelta al centro, decidimos hacer una pausa par un café que siempre viene bien. Aprovechando el rato antes de comer, nos acercamos a la catedral, donde nos cruzamos con Mauricio. Lo que más me llama la atención de la catedral es que arriba tiene plantada la bandera de Luxemburgo.
De camino hemos visto un italiano que nos ha llamado la atención así que desandamos el camino para llenar la tripa con una rica pizza. Nos acercamos a tomar el postre tras la comilona a una heladería italiana que teníamos fichada. Curioso que todas las personas atienden en italiano. Eso sí, no he comido peor helado en la vida. Señor santo. Qué sacrilegio llamar a eso helado.
Con los dedos pegajosos y la boca pasta, llegamos a la casamata de Bock, una fortaleza natural construida para la protección de la ciudad. Decidimos visitarla por ser algo más diferente que ver. Lo cierto es que es una visita que está bien pero vistos los primeros recovecos, vistos todos.
A la salida, cogemos un autobús que nos lleva al Grund, el barrio antiguo de la ciudad. Aunque nos deja algo más arriba y nos toca bajar algo. Nos hemos malacostumbrado en Luxemburgo a que nos deje en la puerta el trasporte.🤣🤣🤣 Un poco de callejear y ver la ciudad desde otra perspectiva. Ciertamente tiene otro encanto la ciudad en esta zona, como más de cuento. En algunas zonas recuerda incluso a la zona de Alsacia. Para volver al centro cogemos el ascensor que nos deja en el palacio de justicia.
Una pequeña vuelta por el centro para la compra de un souvenir y vuelta a casa. Hay que preparartodo que mañana ponemos rumbo a...
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