Y ponemos rumbo al Bercy Arena. Increible lo bien indicado que está todo: en las estaciones de trasbordo incluso hay voluntarios para indicar por dónde ir. Llegados a la estación del pabellón, la seguridad y la cantidad de voluntarios se multiplica: opciones de fotos con merchandising, indicaciones, poder dibujarse las banderas... Un mundo. Para entrar, hay que pasar varios controles de seguridad.
Para las entradas, se recibe un QR unas horas antes del partido y posteriormente, hay que transferirlas a cada uno. En nuestro caso, una de las entradas no tiene QR pero al ponernos en contacto con la organización, nos solucionan rápido la situación imprimiendo al momento de nuevo la entrada.
Fotos de rigor por todas partes y visita al baño antes de buscar el asiento para el basket femenino. Se agradece el frescor del pabellón. Segunda vez viendo basket siendo cero entendida.😅 Pero la verdad es que el partido resulta entretenido (final del primer tiempo encesta en el último segundo Australia, adelantándose en el resultado; lo mismo ocurre en el segundo tiempo, a la inversa en el tercero con las belgas).
Durante el partido hay distinto tipo de animación lo cual todavía lo hace más ameno. En mitad del partido vemos una ikurriña! ¡No somos los únicos!🤣🤣🤣 Tras mucho ' Go, Aussie, go' las australianas se hacen con la medalla de bronce (y siempre recordaremos que a pesar de ser buena, nos gustaría haber atropellado a la 35 belga por chulesca).
La salida se realiza todo el mundo por el mismo sitio por el lado opuesto del pabellón. La organización la verdad, muy buena. Volvemos en metro a la zona del hotel.
Una comida rápida y a hacer la compra para los próximos días. Aprovechamos que el super está junto al hotel para cargar ya el coche. Salimos relativamente bien de Paris: muchísima policía en ambas direcciones, varios carriles destinados para ese fin solo. Y....los parisinos no saben conducir: meten el morro sin intermitente, se cambian ochenta veces de carril,.... Hace falta tener mil ojos. Pero en cosa de menos de una hora estamos en Serris, en el apartamento. Un poquito de Scape room para darle emoción al día.
Un poco de descanso y un lavadora después, nos acercamos a dar una vuelta al centro comercial Val d'Europe por estirar piernas. Ya en el apartamento, una ensalada y una tortilla para cenar mientras vemos la ceremonia de clausura vía Edonon que salvo algún momento de la mismaos deja bastante fríos.
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