viernes, 25 de marzo de 2016

Día 2 - Roma

Empezamos el día con un desayuno a tope. Por si acaso,  hay que cargar las pilas.  Cambiamos de alojamiento (sí, una larga historia) a escasos 300 metros y ya,  tras hacer el check-in y dejar las maletas,  nos vamos a perdernos por la ciudad.  Empezamos por Santa Maria Maggiore,  una de las basílicas papales.  Impresionante despliegue el que encontramos dentro.  Un techo que ya le gustaría a muchos palacios.

Después,  pasando por la plaza de la República,  nos dirigimos hacia  la iglesia Trinita de Monti.  Con suerte,  por el camino,  primero realizamos una parada en las Cuatro Fuentes,  recordando viejos apuntes de Historia del Arte.  Finalmente,  llegamos a la iglesia que está  a lo alto de la plaza de España y tras la foto de rigor,  descendemos la escalinata (bastante peligrosa debido a lo pulidas que están por el paso de la gente).  Ya desde abajo,  observamos,  aunque a medias,  la famosa escalinata ya que están  restaurándola/limpiándola y la fuente de la barca.

Nos dirigimos hacia la piazza del Popolo y otra vez,  una de las iglesias gemelas,  está de obras. No estamos de suerte.  Tras observar un shooting, subimos a Pincio para ver las vistas de la ciudad.  Ya arriba,  cuesta saber dónde  está  cada monumento ya que se observa como un todo aglutinado. Eso sí,  no cabe duda de donde está  el Vaticano.


Ya es mediodía y  hace falta un refrigerio,  eso sí,  a precio de oro.  Nos cuesta encontrar la Villa Medici.  Tanto nos cuesta que nos 'perdemos'  por el parque de la Villa Borghese.  Pero no hay mal que por bien no venga.  Es un buen plan para pasar una tarde de relax.

En Via Condotti nos espera el primer espectáculo del día.  En mitad de la calle,  frente a Dolce&Gabbana,  están grabando a una familia su día  de compras. No dejaría de ser casi anécdotico si no llega a acabar en casi pelea entre un cámara y un conductor romano. Claro está que nosotros sin perder detalle. 

Caminando un poco más  hemos llegado al Ara Pacis y al Mausoleo de Augusto.  Podéis evitamos el paseo. No queda nada de lo que fue o apenas se puede ver en condiciones.

Emprendemos rumbo hacia Piazza Navona.  Y,  nos llevamos un buen chasco.  Esperábamos algo más  espectacular tras todos los comentarios y no nos ha dicho gran cosa. Tras ver alguna otra iglesia (porque de otra cosa no pero Roma está  llena de iglesias),  hemos hecho una parada técnica para una porción de pizza en Mami,  un local bien puesto,  rápido y con WiFi.  ¿Qué más se le puede pedir?  ¡Ah,  sí! Que tenga precios razonables.  Dicho y hecho.

Por la tarde,  hemos tenido más suerte con los monumentos.  La primera para ha sido el Panteón.  ¡Qué pasada!  ¡Enorme! Que esa cúpula de mampostería se sujete es increíble. Y el ambiente de la piazza de rotonda está  genial también.  Nos hemos dirigido a la iglesia Santa Maria Soprano Minerva,  la única iglesia gótica de Roma en la que,  casualidad,  nos hemos encontrado con un oficio sólo  para hombres. Curioso.

De ahí hemos ido a visitar a San Ignacio de Loyola,  por eso de sentirnos como en casa casi.  La exposición de árboles en el interior de lo mejor. ¡Ah!  Y la cúpula está  pintada.  Ilusión óptica al poder.



Y ya,  para finalizar con al ruta del día,  tras visitar el Palazzo di Montecitorio y el Palazzo Chigi,  hemos llegado a la Fontana di Trevi. Espectacular.  Enorme. Y encima, en la hora azul. Muy de la bella Italia.

Pero todavía la noche nos iba a deparar con un último show.  Nos hemos acercado a cenar a Piccolo Arancio. Lo cierto es que no tenemos mayor queja de la comida,  aunque no hemos acertado a la hora de los platos.  Pero el estrés que provoca ver a los camareros intentar desplazarse entre los comensales es increíble.  Ni siquiera levantan los pies del suelo y se desplazan de lado. Al principio era unas risas pero al final ya,  a medida que se ha ido llenando el local,  perdía la gracia, la verdad.

Tras salir como hemos podido de ahí,  no nos quedaba más que dirigirnos a descansar para cargar las pilas de nuevo.

1 comentario:

  1. Que recuerdos ilargibeltz!! Allí estuve yo este pasado diciembre... Eso sí, lo que hiciste en un día a me costó dos..vas a tope!! Jeje que sigas disfrutando de la ciudad eterna... Ah! Y la piazza navona es de mis cosas favoritas allí,aparte del panteón claro... Hay una heladería por allí para morirse!! Un ultimo consejo, si vas al trastevere a cenar, no te pierdas los spaguetti allo scoglio, del restaurante Carlomenta... Muy conocido allí!!

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