miércoles, 30 de marzo de 2016

Día 6 - Roma

Después del estrés de la víspera,  arrancamos más tarde de lo habitual. Cuando fuimos al Vaticano,  no pudimos acceder a la cúpula porque por motivos de seguridad debida a la misa de aquella misma tarde, cerraban al mediodía. Así que el plan era ese: acercarnos para subir a la cúpula.


Ya íbamos más  tarde de lo normal y lo pagamos 'caro'.  Cola al sol para entrar a la basílica y coma después para subir a la cúpula.  En total,  más  de una hora esperando.  De hecho.  Cerca de dos,  me da. Pero es lo que tiene no ponerse en marcha temprano.  Menos mal que lo único que teníamos que hacer hoy era subir a la cúpula.  El resto, libre.

Y ya puestos en plan  'penitentes', nos animamos con los 550 escalones hasta lo más alto. Y ¿Sabéis qué? Los escalones más  cómodos y fáciles de subir son los que tienes opción de subir en ascensor.  Así que,  salvo problemas de fuerza mayor,  no os recomiendo subir en ascensor.  Os 'ahorrais'  poco esfuerzo.  Porque los peldaños más  retorcidos son esa segunda mitad.  Increíble que para poder subir a veces tengas que torcer el cuerpo para poder pasar por los entremuros de la cúpula.



Una vez arriba,  tienes a tus pies la plaza de San Pedro.  De las mejores vistas que puedes admirar desde arriba.  Porque,  sinceramente,  Roma no tiene vistas bonitas.  Observas la ciudad desde un punto alto pero nada más.  Fotos de rigor y para abajo.



Al bajar,  volvemos a ver la basílica. Esta vez podemos acceder a más sitios de la mismas y observar desde distintos puntos todo. Es curioso lo que cambia de un día a otro tanto la basílica como la plaza.
Acabados con los deberes del día, nos hemos ido hacia el centro para poder sacar varias fotos que teníamos en mente.  Pero nos hemos encontrado con una larga fila de gente frente a la heladería que está  frente a la pizzeria Da Baffeto y no hemos podido resistirlo. 'Donde fueres,  haz lo que vieres'.  Y ni cortos ni perezosos,  nos cogemos un helado de 4 sabores con cobertura de chocolate.  Limón,  maracuya , straciatella y Nutella con cobertura de chocolate blanco. ¡Ñam! Más tarde supimos que era una heladería conocida de Roma: Frigidarium.  Muy recomendable.  Buen precio y helados con sabor a lo que es y cremosos.



De ahí,  con el helado,  nos hemos perdido por el centro. Primero al Panteón para seguir discutiendo si está  abierto o no en el centro.  Después a la Fontana di Trevi para echar una moneda que no lo habíamos hecho y queremos volver y foto de día. Ya hemos visto también como una gaviota atacaba en directo a su cena. Anocheciendo,  nos hemos acercado hasta el monumento a Victor Manuel II. Un mastodonte.


Dado que ya son pasadas las 8, decidimos acercarnos hasta Da Baffeto para esperar la cola que nos hará  llegar,  se supone,  al cielo de las pizzas. Al llegar a la puerta nos sorprendemos: solo hay una familia delante.  pero es que a los 3 minutos,  se acerca un camarero y al ver que somos dos,  nos dice que subamos al piso de arriba. Triunfo total.

El local tiene el encanto de lo que entiendo que es una auténtica pizzeria. Todo lleno. Mesas corridas. Muy pegados todos. Y en la carta,  poco más  además de pizza. Los camareros suben 8 pizzas de tirón en una razón. Una pasada. El local se llena constantemente. La pizza,  muy buena.  Masa finísima y crujiente.  Entra como si nada.  Estupenda.  Eso sí,  no comentáis el error de pedir postre.  Por probar el tartufo, pagamos la novatada.  No merece.  Pizza y el postre en algún otro lado.

Y dando un paseo,  a casa.  Que aún  quedan cosas de Roma por ver.

1 comentario:

  1. El panteón esta abierto, pone un cartel dentro y explica el porqué de los agujeros del suelo... Para cuando llueve 😜 que envidia de fotos!

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