La noche ha pasado despacio. 3h de dormir, 3 horas despierta, otras 3 de dormir. Pero al menos descansada. Ducha rápida y un poco antes de las ocho salimos. Primera parada: el supermercado para coger el desayuno. Los Seven eleven siempre son una buena opción.
De ahí, camino al Gran Palacio. Ayer ya nos fijamos que la avenida estaba decorada con banderas y flores. Cuando llegamos al Gran Palacio ya vemos los arcos de seguridad así que algo hay. Ya nos enteramos más tarde: es el primer año de reinado del rey y hoy hay celebración. Nos dicen que no se puede visitar el palacio peor nos acercamos y...¡dentro! Se puede pasar de manera gratuita pero no se puede visitar el templo central porque lo están porque lo están preparando para la ceremonia.
La verdad es que impresiona la construcción de los templos es una pasada. El trabajo que llevan.
A la salida, buscamos para comprar agua y como un gran lema en la vida es 'donde fueres, haz lo que vieres', ahí que nos sentamos con los lugareños para saludar al rey, con banderas incluidas. Ahí conocemos a una lugareña y a una tejana que nos explica la celebración. El guardia se cerciora poco antes de que pase el Rey de que nada de gorras, gafas de sol o sombrillas, nada de fotos y silencio. Es curioso ver qué costumbres tienen y cómo llevan a cabo sus celebraciones. Y ahí viene la comitiva: coche amarillo con banderas para el rey, coches rojos, y negros. Y se acabó. Los lugareños se esperan a la salida del rey pero nosotras seguimos con la visita.
De camino al barco, cogemos un Thai iced coffee para reponer un poco de fuerzas y por 16 thb por persona, vamos hasta Wat Arun. Precioso templo en blanco. Las fotos de rigor y la pausa al finalizar para darnos crema y pasar por el baño. Para ir a wat pho, vamos al embarcadero 4 y con un poco de agua, llegamos a pasar el río por 4thb.
Al llegar a wat pho, nos sorprende que en la entrada está incluida una botella de agua; todo un detalle (200thb). Así que nos asomamos a ver al buda reclinado: sorprende ver lo largo y enorme que es. Tras una visita al complejo, recogemos el agua y nos vamos hacia el mercado de las flores.
Al llegar, decepciona un poco; no hay tantas flores como esperábamos. Buscamos algo para comer pero no vemos nada así que nos acercamos al embarcadero del 'memorial bridge' pero tras esperar un rato y que el long-tail no venga, decidimos tirar andando porque al final, tarda en llegar. Y como siempre pone, al poco de arrancar andando, nos adelanta el long-tail.
No tardamos demasiado en llegar a Chinatown pero seguimos sin encontrar ningún lugar para comer así que, nos ponemos a recorrer el largo recorrido del mercadillo. Finalmente, conseguimos la recompensa: una buena cerveza fría en su jarra y arroz. ¡Con qué poco nos conformamos!
Repostamos y recobramos fuerzas con la intención de visitar el buda de oro que se encuentra en la zona pero para cuando llegamos, la taquilla está cerrada por lo que solo lo vemos por fuera. Nos cogemos el 35 y nos vamos al hotel a darnos una ducha rápida.
De vuelta en la calle, otra vez en busca de nuestro amado 35. Tarda en llegar y llegamos a parar un taxi pero como la ley de Murphy: mientras estamos intentando aclararnos sobre el lugar al que queremos ir, aparecer en autobús así que ahí que le dejamos al taxista y nos montamos en el bus (que, por cierto, cada vez nos cobran distinto).
Finalmente llegamos al Lebua. Primero nos llevan a una terraza en la que nos ofrecen champán y en la que no hay cerveza. Mal empezamos. G. sutilmente le indica que no le gustan los cocktails y que prefiere cerveza así que, amablemente, nos cambian de terraza. Ahí estamos todos los extranjeros, . 2 cocktails, 2 cervezas y 120€ más tarde, salimos. Eso sí, mal detalle que para pagar con tarjeta se la lleven. Sinceramente, no merece el sablazo, la verdad. En nuestro caso, porque era para celebrar el cumpleaños de M, pero seguro que se pueden ver vistas similares en otras terrazas de la ciudad sin dejarse un ojo.
A la salida, volviendo al mundo de los mortales, nos vamos a nuestra parada de autobús a por nuestro 35. Pero nada, que no pasa. Descubrimos que el 75 también nos deja cerca de casa, o eso creemos así que ya con un taxi parado, misma jugada: aparece en 75 y lo dejamos plantado . Total, que encima, quien cobra los tickets de autobús nos indica que ese autobús no para por ahí y que nos tenemos que bajar a coger el 1 (todo esto a una velocidad de espanto). Así que bajamos y en seguida aparece un 1. ¿Que cuánto pagamos? Pues para variar, otra tarifa distinta; 32thb. De verdad, que cualquiera se aclara. Para llegar, nos comemos un buen atasco.
Al llegar compramos algo para comer y beber y nos vamos a la habitación para acabar el día soplando la vela de M.
Recorrido del día: 21,5km