Como quién dice, hoy arranca nuestro viaje en Copenhage ya que el primer día fue para situarnos y ayer nos fuimos a Malmo (por cuestiones logísticas). Así que, hoy arranca realmente la visita de la ciudad. Y tras la buena experiencia de Berlin, arrancamos el día con la free tour que parte de la plaza del Ayuntamiento.
Ahí conocemos a Pedro, nuestro guía, un charro que lleva 3 años viviendo en la ciudad. Y ahí que nos vamos, en un grupo de unas 30 personas a recorrer la ciudad. Empezamos conociendo al famoso obispo Absalon. Nos vamos adentrando en la parte más antigua de la ciudad hasta estar frente al parlamento. Ahí, mientras hablamos sobre la política danesa y el bienestar, un transeúnte empieza a dejarnos claro su descontento con los dirigentes del país, dejando claro que no es oro todo lo que reluce.
Tras este momento de cierta tensión, seguimos adelante. Esta vez, nos acercamos a la iglesia de San Nicolás para continuar hasta la plaza del Rey. ahí conocemos más a fondo al espía danés Tommy Sneug. Historia que nos acompañará hasta el final de la visita. Y justo cuando empieza a jarrear, decidimos hacer una pequeña pausa para un café.
Evidentemente, reanudamos la marcha hacia Nyhavn, la típica estampa de Copenhage. Conocer la historia que se esconde detrás de esos lugares emblemáticos siempre es enriquecedor. Para mí es la mejor parte del Tour.
Para finalizar ya por la mañana, nos acercamos a Amalienborg donde coincide nuestra llegada con el cambio de guardia. Pedro nos relata los últimos datos interesante. Nos da a conocer las vivencias de los judíos en el período Nazi (parte de la historia que a mí me encanta) y con algún detalle más sobre nuestro espía, nos despedimos de él.
Antes de comer algo, aprovechando que estamos por la zona, decidimos visitar la iglesia de Mármol (que desde fuera recuerda muchísimo a la Basílica de San Pedro del Vaticano) y Amalienborg para conocer algo más a la familia real danesa.
Con los deberes matutinos hechos, nos vamos a comer algo frente a la ópera, un edificio que al parecer o le encanta a la gente o lo detesta. Yo soy del primer grupo. Y con la tripa llena, poco a poco vamos paseando hasta la sirenita, otro de los iconos de la ciudad. Lo cierto es que la figura, ni fu ni fa.
Desde allí, nos volvemos acercar a la zona de Nyhavn en metro con la intención de realizar un recorrido en barco pero según llegamos, vuelve a jarrear por enésima vez así que primero, nos resguardados un rato en el Museo del Ambar. Y es que así es Copenhage; hace sol y a la vez está jarreando para volver a parar y lucir el sol Así que, cuando vemos que la nube negra se aleja, nos acercamos al barco. 1h recorriendo Copenhage. La verdad es que se agradece un rato de relax después de todo el día caminando.
Y al volver a Puerto, poco a poco a la estación de tren para volver a casa. Todavía nos queda preparar la cena y la comida dw próximos días (hay que ser apañaos también fuera de casa).
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