Hoy nos vamos de excursión a Roskilde, una ciudad de tradición Vikinga que según muchos, merece la pena visitar. Así que tras comprobar en la web todos los horarios y las combinaciones, nos vamos.
Ahí estamos en la estación de trasbordo (a la que habíamos llegado mediante hora antes por hacer cogido el tren anterior para el enlace) cuando dos minutos antes de la llegada del tren aparece como cancelado. Lo peor es que ¡el siguiente es a la hora! Y peor aún: en tren para por la estación como una bala. No entendemos nada. Nos resignamos a esperar cuando de repente para un tren que no está en pantalla. ¡El tren fantasma! Unos cuantos viajeros nos acercamos. Le preguntamos si va a Roskilde. Un 'ja, ja' apresurado nos hace saltar al vagón. Así que ahí estamos en un tren fantasma que se supone que nos lleva a Roskilde. Y así es, en a penas 15 min llegamos.
Siendo domingo, las calles de encuentran muy vacías. Tampoco tiene pinta de estar de bote en bote, la verdad. La idea es ir a visitar la Catedral (que hasta la 1 no abre) y el Museo. Nos acercamos a este segundo y comprobamos que hasta las 11 no abren así que nos vamos a callejear un poco. Casualidades de la vida, nos encontramos connun par de mujeres que también hicieron el free tour con nodotras. Durante ese paseo es cuando el no entender danés nos da y nos quita la ilusión: de pensar que una mochila era una ganga y planear llevarnos 3 a darnos cuenta de que están al mismo precio que allí y que se quedan todas en la tienda.😂😂😂😂😂
A las 11, entramos al museo de Roskilde. Lo cierto es que no tienen gran cosa los museos que hemos visitado hasta ahora. Pero bueno, hay que aprovechar y ver diferentes utensilios daneses. A la salida, y viendo que aún queda casi una hora para poder visitar la Catedral, nos vemos hasta el puerto donde además del Museo Vikingo, hay un par de reproducciones a tamaño real de barcos. Un paseo agradable.
Al subir de vuelta, visitamos la Catedral de Roskilde, una de las primeras edificaciones eclesiásticas realizada en ladrillo. Y es cierto que aunque por el estilo de la zona no destaca, ya que el ladrillo rojo se utiliza mucho en Escandinavia, es cierto que no es común en iglesias del siglo XII.
Y ya acabada la visita a Roskilde, nos vamos en tren de vuelta a Copenhage para aprovechar lo que queda de día. Nos acercamos a la iglesia de el Salvador ya que cierra para las 15.30.
Al salir, nos acercamos al canal para comer y descansar. Nada como unos bocatas y fruta para reponer fuerzas. Y justo levantamos el culo cuando empiezan a caer las primeras gotas. Nos vamos a la torre espiral y justo al llegar la cierran por mal tiempo. Esperamos a que amaine un poco y subimos. Lo cierto es que al llegar arriba es bastante insoportable esa llovizna. Desluce mucho la vista y las fotos pero es lo que toca.
Al bajar de ella, nos vamos a Christiania, ese barrio hippie con leyes propias. Es curioso verlo pero ciertamente, creo que ha debido de perder mucho de su encanto. Esperaba ver más su día a día, su vida normal y seguro que recorriendo sus 35 ha lo ves pero no en la parte típica, desde luego.
Ya un tanto cansadas, nos vamos a tomar un café. Un poco de descanso en un local que da al canal viendo la gente pasar. Me encanta observar a la gente desde las terrazas. Siempre que puedo me siento en el ventanal.
Nos queda la ruta final. Nos vamos hacia el puente circular y a la zona de las piscinas. Por ver el ambiente y ver esa zona que nos había llamado la atención desde el barco. Y finalmente, el paseo nos lleva hasta el Tivoli, donde entramos con la intención de montarnos en alguna de las atracciones y acabamos sentadas viendo una película malísima pero que nos engancha al aire libre. Nunca se sabe como se acaba.😄😄😄 Así que ya tarde, regresamos a casa para cenar y preparar la logística de mañana.
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