Llegamos al parking de larga estancia que teníamos reservado y han cambiado el parking y no detecta la matrícula. En la garita nos dicen que digamos el localizador por el teléfono.
Tras dejar todo, llegamos a la línea de facturación. La chica de Lufthansa muy simpática; nos revisa la documentación uno a uno y de poco a poco. Y ya con la facturación hecha, pasamos a la zona de embarque. Primer vuelo, Bilbao - Munich, vamos con el gallinero a tope. Entre un poco de collage y unas fotos, llegamos en 2h. Nos toca una escala de 3h que aprovechamos para estirar un poco las piernas, comer algo y cargar el Kindle.
Vamos a por el segundo vuelo. 8h para pasar el charco. Pero nos espera una sorpresa: la fila de al lado va libre así que nos ponemos 2 en cada asiento de 3, con el de en medio libre. ¡Un lujo! Y quedaba otra sorpresa: la saga de Matrix entera en el avión. Feliz es poco.
Así que las 8h pasan rápido, una Cocacola, una lasaña vegetariana, una pequeña siesta, un brownie para después con el café. Y llegamos al JFK.
Toca pasar inmigración. Una cola que nos demora una hora pero las maletas ya nos esperan al otro lado. Curioso que los ingleses me hayan sólido decir que tengo acento americano mientras que el guardia de inmigración me comenta que se me aprecia el acento inglés, que sí he estudiado allí. 😊😊😊
Nos queda la última odisea: llegar al apartamento. Nos vamos al airtrain, el cual se paga en Jamaica Square. Habíamos leído que existen bonos de 10. En nuestro caso nos viene de perlas, pero, primer obstáculo. El bono de 10 máximo se puede usar 4 veces simultáneamente, así que el truco, nos sale pseudo bien. Compramos otro individual y adelante.
De ahí, hacemos trasbordo al metro. La verdad es que sorprende que no haya tanta gente. Pero el metro, aún no siendo muchas paradas, va lento en algunos tramos. Último escollo: caminar hasta el apartamento. Pero sobre las 6, llegamos al apartamento. El checking no nos lleva mucho rato.
Subimos al apartamento y aunque el salón no era lo esperado, las habitaciones estan genial. Y lo mejor: una terraza privada para nosotros solos en medio de Manhattan. Así que tras alucinar y situarnos un poco, nos vamos al súper con las mochilas de monte que hemos traído. Preparados para la vida moderna.
El super nos lleva un rato Volver, cenar, ducha, colocar todo y hacia las 22:30 a la cama ( llevamos más de 24h de jarana) con una previsión de nieve para la noche que nos tomamos a risa...
No hay comentarios:
Publicar un comentario