viernes, 31 de diciembre de 2021

Día 8 - Upper West side

Otro día que comienza lloviznando. No nos perjudica del todo los planes de la mañana puesto que nos toca el Upper West Side.

El autobús nos deja en el propio edificio Dakota, del que vamos a Strawberry Fields, zona que está ambientada connun músico local (imagino que será lo habitual teniendo en cuenta que es un lugar de visita obligatoria para los fanáticos de los Beatles). Subimos hasta el Museo de historia natural. Para aligerar la cola de entrada, como en otro sitios también nos han hecho, primero te revisan la documentación COVID, te señalan como apto y después ya pasas a por la entrada.

Como el museo es inmenso, volvemos a recurrir a la técnica de siempre: fijar una hora de salida y que cada cual vea lo que más le apetezca. Además de una foto simulando a Ross en el museo cuando se queda con el brazo en la mano, como cosa curiosa vemos que dentro del museo están vacunando. Sí, sí, vacunando. Mientras unos ven la reproducción de una ballena a tamaño natural, otros reciben su dosis de Pfizer o Moderna. Hamaika ikusteko jaioak gara.

Tras los mamuts, dinosaurios y civilizaciones varias, nos vamos en metro hasta Bryan Park. Parece que es nuestro lugar por excelencia. Así que según llegamos, nos agenciamos con una mesa grande para comer nuestro sandwich. Sinceramente es un lujo tener espacios como este a disposición de todos. Hoy hasta nos tomamos un pumpkin spice latte de postre para rematar la jugada.

Cargadas las pilas, y con la suerte de que se está despejando un poco el día, nos vamos a conquistar el cielo: subimos al Summit, el último observatorio inaugurado en la ciudad desde el que se ven todos los edificios emblemáticos. Pero la experiencia va más allá de subir y ver la ciudad: es una experiencia sensorial al completo en el que las luces, el sonido y la vista juegan un papel importante. Disfrutamos durante las próximas 3 horas de todo el entretenimiento que nos ofrece el Summit. Sin lugar a dudas, una de las visitas obligatorias de la ciudad.

Aprovechando la cercanía, para rematar el día nos acercamos a Times Square (o Times New Roman). Aquí, sin duda, las luces y el gentío son las protagonistas. Y más en víspera de Nochevieja que las televisiones copan gran parte de la zona. Ahí están con los ensayos para mañana: incluso ensayan el lanzamiento de confetis (que cazamos al vuelo para la posteridad).

Finiquitado el día, sólo nos queda la vuelta a casa, el abastecimiento de buen vino para acabar el año y la colada. Unas lentejas (evidentemente una viaja preparada) para entonar el cuerpo y a la cama. Mañana más y mejor.











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