viernes, 14 de abril de 2023

Día 7 - Kom Ombo - Edfú

En Egipto el día arranca con los primeros rayos del sol así que, como es habitual, bien temprano rumbo a Kom Ombo. Desayunamos mientras atracamos. Primera para del día para ver el templo de Kom Ombo. Poco a poco nos vamos familiarizando cada vez más con Horus, Sobek y algunos dioses y faraones más. Ya vamos diferencianfo cabeza de halcón de cabeza cocodrilo, si son hijas o no. Pero de toda la información retenemos unos pocos detalles cada vez. Como las tres representaciones del agua, por la ejemplo.


Entre columna y columna, el guía pregunta por novios y como nunca hay que perder oportunidad de instruir en cualquier sitio del mundo y menos después de la conversación en la que al preguntar por dónde están las niñas que no estaban jugando en el río menciona que en casa por protección y cariño, evidentemente una es firme en la respuesta de que novio no, novia, María. Siempre aprovechando las oportunidades.😬😬😬 Antes del barco pasamos por el museo del cocodrilo.


Tenemos algunas horas de descanso en el barco antes de la próxima salida. Pero al llegar, de vuelta a recepción. Pequeña fuga de agua. Y mientras vienen para arreglarlo, como si no hubiera otro sitio, eso se convierte en el Camarote de los hermanos Marx. Aprovechamos el momento para repasar los apuntes que tenemos. Está siendo complicado retener tantos conceptos.

Puesto que estamosen el barco, aprovechamos para un pequeño aperitivo homemade oteando el Nilo. Pequeños placeres de la vida.
Con la comida oriental en la tripa, volvemos a salir esta vez para visitar el templo de Edfú dedicado a Horus. Eso sí, como no queríamos ir en calesa, hemos tenido el viaje en el coche de la muerte: digamos que conducir por el carril correspondiente está sobrevalorado al igual que el llegar a destino con todos los dientes.

A pleno sol y buscando la sombra constantemente visitamos el templo de Edfú. Incluso los chakras hacen presencia. De vuelta al barco, una pequeña parada técnica para que el guía haga un recado (teniendo en cuenta que quedan 7min para zarpar...). Parada en la que vemos la sucursal de Sagaspe. Y ya, solo queda una tarde de descanso por delante incluso una merienda en el bar.

Antes de cenar, observamos el último atardecer en navegación. Tras la cena egipcia (riquísima), volvemos a subir a cubierta: estamos en la esclusa de Esna. Así que tras media hora de maniobras salvamos los 10m de diferencia que hay entre un lado y otro.

Pero quedaba la última sorpresa del día: al llegar a la habitación, descubrilos que no estamos solos. Tenemos nuevo compi.

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