viernes, 18 de septiembre de 2015

Día 14 - Can Tho

A las 5 de la mañana el despertador es demasiado para estar de vacaciones pero es lo que tiene querer ir al mercado flotante. Nuestra guía nos espera en el hotel. Con ella vamos hasta el río. Y ya entrando al barco ya nos damos cuenta que alguno de los que estamos en la barca no han pagado la visita: una cucaracha de un tamaño considerable. Ahí nos sale G al rescate con su 'kill, kill' a la guía mientras esta nos apuntilla que tranquilas, que no es venenosa.
Así que el trayecto de 7h por el Mekong ya empieza movidito. Primero visitamos el mercado flotante Cai Rag. La clave de estos mercados es ir a primera hora pies es cuando los vietnamitas lo visitan.
La segunda para la realizamos en un mercado más pequeño. Bastante decepción ya que los únicos que estamos allí somos los turistas. Después, antes de realizar la parada para un café, visitamos una fábrica de arroz en la que nos explican todo el proceso que se sigue para obtener tanto las obleas como los noodles.
Ya nos adentramos en los canales, hasta que nos adentramos en todos los hierbajos y nos quedamos atascadas. Ahí empieza la guía a bambolear la barca y G con su 'oiga, oiga' intentando hacer que dieran la vuelta. Para mearnos.
El día se sigue torciendo. En la parada técnica de avituallamiento, los rollitos son de tofu, algo que no nos gusta ni a I ni a mí. Ahí se los lleva la guía para después.
Al final, nos dejan en un puente más cercano a la parada de autobús. Cogemos un taxi cuyo conductor no ha conocido la ducha ni de lejos. Llegamos corriendo a la estación con el tiempo justo para comprar los billetes y unas patatas. Menos mal que los de seguridad nos ayudan para no perdernos.
Ya en el autobús, todo se ve mejor. Las siestecillas entre bache y bache se agradecen. Al llegar a Saigon, nos acercamos en taxi al centro.
Buscamos algún sitio con buena pinta para cenar. Aun saliendo llenas, no nos resistimos a parar en el supermercado y cargar con chocolate.
Ya en la habitación, una ducha que sienta de vicio y la merendola. Ya después, seguimos con las risas tontas.

jueves, 17 de septiembre de 2015

Día 13 - Ho Chi Minh

Empezamos el día escogiendo entre 40 desayunos posibles. ¡Una locura! Fruta, yogur, café, tortilla,... Riquísimo. Lo cierto es que la mujer del albergue es un encanto. Nos informa de todo y nos guarda las mochilas hasta mañana sin problema. Nuestra idea es acercarnos hoy a Can Tho al acabar el día pero sólo con lo justo.

Ya con la tripa llena, empezamos a recorrer la ciudad. No tiene nada que ver con Hanoi. Ayer ya nos dimos cuenta de camino del aeropuerto que es mucho más occidental y moderna aunque el caos sigue imperando la carretera.

Nos acercamos hacia la ópera y posteriormente te hacia la catedral de Notre Dame. Bastante más grande d elo que pensaba.

A continuación, nos acercamos al museo de los vestigios de la guerra de Vietnam, pero como justo habían cerrado para comer, decidimos descansar un rato tomando una Saigon especial.

A la 1:30, volvemos al museo. La verdad es que merece la pena su visita aunque el punto de vista que se ofrece es de lo más sesgado. De todos modos, las fotografías son impactantes.

Al acabar, decidimos acercarnos ya al autobús para Can Tho. Menudo trayecto. Primero taxi hasta una agencia en la que venden los billetes. De ahí, a la estación de autobuses en furgoneta y después ya el autobús. Hacemos acopio de víveres y nos vamos. Un lujo de autobús con WiFi y botella de agua.

A las dos horas, hace una parada para ir al baño. Ahí es donde ya nos hacemos amigas del vietnamita de al lado que nos pide hacerse una selfie con nosotras. Así que, después de su foto, le pedimos hacerse una con nosotras.😂😂😂😂😂 No nos podemos reír más.

Ya por fin tras tres horas de trayecto, llegamos a Can Tho. Taxi y al hotel, donde una barquera nos ofrece su excursión. Así que ya con todo hecho, nos subimos a la habitación. ¡Menudo lujo de hotel! Ya podemos decir que todos los alojamientos han sido un acierto.😊

Y ya, pronto a dormir porque mañana la excursión empieza a las 5:30am.😱😱😱😱😱

miércoles, 16 de septiembre de 2015

Día 12 - Hoi an

Nos despertamos y viendo que no llueve, aunque no haga un sol de justicia, decidimos ir a la playa. Desayunamos y después alquilamos las bicis para ir a la playa.

Parecemos 'Verano azul'. Eso sí, lo de conseguir que no nos atropellen no es tan sencillo, ni siquiera yendo en bici. La escena de la playa es bastante desoladora: sacos de arena para que el agua, aun brava tras el tifón, no inunde la zona, a penas unos pocos turistas buscando relax,...

Tras un par de horas descansando, volvemos al centro en busca de nuestras compras: la ropa de la sastrería y las gafas. Y antes de volver al hotel, una última parada en Barley para comer esos ricos Wonton fritos. Una delicia.

Todavía tenemos un rato para darnos un chapuzón en la piscina del hotel. Con nuestros bártulos, nos vamos a la montaña de mármol, una especie de recinto con diferentes cuevas y pagodas que no pudimos ver de camino a Hoi an por el temporal.

De ahí nos dirijimos al aeropuerto de Da Nang. Tras cerciorarnos de que no llevamos nada que no es nuestro en la maleta, las precintamos. Tres horas por delante que aprovechamos para guarrear en el Burger King con un pollo que no es pollo.😂😂😂

Un vuelo corto pero algo movido nos lleva a Ho Chi Minh. Movido y con gente curiosa: una mujer con algodones verdes en la nariz, un señor con una barba tipo Gandalf pero que no le salía de la barbilla sino del pescuezo,... Ya nos reímos.

En taxi nos acercamos al hotel. Parece que está céntrico aunque para llegar hay que pasar por unas callejuelas que por la noche no nos hacen mucha gracia. Veremos que tal todo mañana por la mañana.

martes, 15 de septiembre de 2015

Día 11 - Hoi an

Qué alegría al despertarnos y ver que no llueve y, encima, hay resolillo. El plan inicial es ir al sastre después de desayunar para dar tiempo a que nos hagan la ropa y después a la playa.

Localizamos la sastrería que nos gustó ayer y ahí damos rienda suelta a la Pretty Woman que llevamos dentro: mirar diferentes patrones, diferentes telas,.... Una gozada. Al final, I va a hacerse un vestido y G y yo una camisa.

Al salir, el día se ve más gris de lo esperado y decidimos cambiar el plan de playa por unas cervezas y unos Worton.😜😜😜😜😜

Después del piscolabis, nos acercamos al hotel a dejar la colada y ya con los deberes hechos, ¡nos vamos a hacer la manicura, pedicura y el masaje de 1h! Qué gusto. Los 11€ mejor invertidos. Ahora que cuando notas que la vietnamita está sobre ti ya no tiene tanta gracia.

¡Qué contentas salimos! Y seguimos con el plan de chicas con una cervecitas junto al río antes de cenar. Una vuelta por el río para ver la iluminación nocturna y los farolillos. Hoi an adquiere un algo especial al anochecer.

Después, cenamos en Mango Mango, un restaurante que le habían recomendado a G y que nosotras también recomendamos. Cocina de autor en un entorno perfecto.

Ya antes de volver al hotel, nos damos una vuelta por el mercado nocturno, sin mucho entusiasmo de compra después de todo el día.

lunes, 14 de septiembre de 2015

Día 10 - Hoi an

6.30 am y nos ponemos en marcha. Fuera jarrea. Esperemos que cambie cuando lleguéis a Hoi an.

Desayunamos y nos vamos a la furgoneta que nos llevará al próximo destino con las paradas correspondientes.

Arrancamos y llegamos al puente Thanh Toan y el mercado local. Una experiencia ver el mercado y sus prácticas.

Al poco de arrancar, paramos a echar gasolina. ¡No sabíamos entonces la que se nos avecinaba! Lo que parecía un coche sin gasolina acaba siendo un coche que debe ser empujado y que aun y todo no arranca. Ahí nos quedamos, sentadas junto al surtidor. Pasada la media hora llamamos al hotel para hacerles saber lo que pasa. Al final, nos pasamos una hora en la gasolinera, tiempo en el que descubrimos que la tormenta, el tifón que nls acecha, justo va a entrar por Da Nang por la tarde. Vamos que, adiós playa.

Emprendemos el viaje de nuevo en otra furgoneta. Vamos camino de la playa de Lang Co, una zona de resort. Pero con este tiempo, es lo más parecido a la película de 'Lo imposible'. Bastante deprimente. Además, debido al tiempo y a la poca visibilidad, en lugar de cruzar el puerto Hai Van, cruzamos el túnel que construyeron hace 10 años.

El día va de mal en peor y lo único que queremos es llegar ya a Hoi an. En Da Nang el agua llega a la rodilla. Tampoco subimos a la montaña de mármol. Ciertamente el tiempo es horroroso.

Por fin, llegamos al hotel. Sigue lloviendo. Pero tras descargar todo, decidimos ir a comer. Y ¡qué bien comemos en Barney! Pro amos los worton fritos, que deben ser una especialidad de la zona y están tan buenos que pedimos otros.😂😂😂

Ya con la panza llena, llenísima, nos vamos a dar una vuelta. Qué bonito es Hoi an. Con sus farolillos, con sus bares y tiendas de madera. La verdad es qje tiene mucho encanto. Chafardeamos los diferentes sastres localizando el mejor. Mañana será un gran día.😜😜😜😜😜

Con unos víveres nos vamos a la habitacion a descansar y a protegernos del tifón. Llegamos y aprovechamos para ver canal internacional y Regreso al futuro. Unas risas nos echamos.

Día 9 - Hué

Amanecemos temprano en el tren. G no ha dormido mucho con eso de tener un inquilino. Y nos cuenta todas las andanzas nocturnas: que si ha desayunado noodles, que si los pedos han sido una constante,... Nos meamos de la risa.

Cargamos las mochilas, bajamos del tren, un 'taxista' nos lleva por 50.000VND al hotel. ¡Qué gusto poder ducharnos según llegamos!

En el hotel nos ayudan a organizar la visita del día en coche. Así también organizamos el traslado a Hoi an y la colada.

Ya tras el café, arrancamos con la visita a las diferentes tumbas: primero visitamos la tumba Minh Mang, después visitamos la de Khai Dinh, y en último lugar, la de Tu Duc, la cual está casi derruida y abandonamos rápidamente. En la segunda tumba, nos hacemos con unos helados de mango y fresa Buenísimo por los que nos cobran, por extranjeras, un ojo de la cara: por lo visto son coreanos y de ahí su elevado precio.😒😒😒

A continuación, nuestro chofer nos acerca la la pagoda Thien Mu como bien nos hace saber con su voz de la ultratumba al señalarnos la 'pa-go-da'. En el interior, encontramos un monje y a gente rezando.

Para finalizar el tour, el chofer nos deba en la ciudad imperial. Antes de entrar, decidimos tomar un refrigerio. Con la ayuda de nuestra guía impresa, vamos visitando las diferentes zonas de ciudad. La verdad es que no está nada bien indicado.

Una vez finalizado, con el cielo bastante encapotado, decidimos comprar unas galletas y chuches e irnos a ducharnos antes de cenar. Y es que aquí, la sensación de recién duchada vale su peso en oro. Además, aprovechamos para ver las regatas de la bandera de la Concha vía Eitb sat.😂😂😂😂😂

No nos vamos muy lejos a cenar: justo puerta con puerta con el hotel se encuentra un bar de los más agradable con su terraza y su música de Bob Marley. Cenamos muy rico y probamos otra cerveza más: huda. Más parecidas a las nuestras. Muy rica.

A la vuelta, recogemos la colada y preparamos todo para mañana.

sábado, 12 de septiembre de 2015

Día 8 - Ninh Binh

Hoy también hemos descansado de lujo. Todo preparado ya, bajamos a desayunar. ¡Tortillita y zumo de mandarina!

Ya con la tripa llena, nos vamos con el chofer a Trang An, que se encuentra a 10km. Nos recomendaron Trang An en lugar de Tam Coc por estar menos masificado, por tener aguas cristalinas y por tener turismo vietnamita. Y así es. El paisaje, las cuevas, el manejo de las barcas por las barqueras,... Muy bonito paseo de 2h. Eso sí, somos la sensación. Nuestras piernas fuertes les impresionan y las barqueras no hacen más que achuchárnoslas cada vez que subimos a la barca.😂😂😂 Conocemos a un niño repelente de otra barca. Y, un clásico de la zona: la abuellita de la barca nos hace remar.

Tras eso, el chofer nos lleva a Bai Dinh, un templo enorme que tardamos hora y media en recorrer. El bochorno es insoportable. Y la fauna que encontramos nos hace creer que en lugar de un templo estamos en un zoológico.

Al acabar el paseo, nada más montar en el coche, empieza a caer una tromba considerable. Menos mal que estamos en el coche y que siendo de Donosti estamos acostumbradas. Así que, al llegar al hotel, cervezas a resguardo. Así pasamos la tarde entre charleta, subiendo fotos, de relax y aprendiendo la relación entre el budismo y las esvásticas.

Ya casi al final de la noche, coincidimos con dos médicos granadinos y ahí estuvimos de cháchara: que si el mánager era un chino gitano, que si en el tren igual teníamos chinches,... El mánager de celebración familiar nos comenta que no está lo suficientemente borracho como para no llevarnos a la estación así que, que no nos preocupemos y que nos acerca. Miedo nos da. Y más cuando nos trae chupitos de aguarrás. Para más inri, descubrimos que los masajes del lugar, son especiales. Con razón en la habitación había una luz verde y otra roja.😂😂😂😂😂

A las nueve, nos acinamos en el coche los 5 y el mánager nos acerca, a paso de burra, a la estación de tren. Llegamos y queda clara la división de la zona de espera: en los buenos asientos, occidentales, en los malos, orientales; en la zona de luz, occidentales, a oscuras, los orientales.

Ya en el tren, nos cambiamos rápidamente y nos colocamos en nuestro sitio. Tenemos 10h por delante y hay que aprovecharlas. Aún despiertas, aparece el pica: por lo visto, se había dejado unas chancletas debajo de la cama.😨😨😨 Y para más inri, a la media hora, un autóctono se nos une en el compartimento.

Día 7 - Bahía de Halong

Amanecemos en el paraíso. Descorrer las cortinas y ver Halong es precioso. Mientras I sube a la cubierta a hacer Tai Chi, G y yo decidimos vaguear y ducharnos.

El desayuno, con puntualidad británica, decente. Se sienta con nosotras otra mujer Australiana (a lo largo del viaje nos estamos encontrando muchos australianos; nos han comentado que viajan mucho), con bastante mal despertar, por cierto.

Al acabar, nos preparamos para irnos a los Kayak. G se queda en la cubierta a tomar el sol y a cuidar de nuestra colada que hemos extendido por las hamacas para que se seque. Cosas de viajar low cost.😂😂😂

I y yo nos vamos a los Kayak. Sólo vamos a estar 45min, tiempo suficiente para entrar por la cueva de 4m de alto por 10 metros de ancho y 15 de largo al lago que se crea entre las rocas. Precioso. Por fin conseguimos esa sensación de calma t tranquilidad entre tanto turista.

Vamos sin cámara, así que I, con la gracia y simpatía que le caracteriza, le pide a dos chinos de nuestro barco que nos saquen foto. Así descubrimos que son padre e hijo que hace 20 años, a la edad de 9, emigraron a EEUU y ahora el hijo ha venido con el padre a la tierra que los vio nacer. El padre está conociendo un Vietnam que desconocía. Entrañable. Curioso, además, que este no sepa mucho inglés incluso después de tanto tiempo viviendo en otro país.

Y por fin, ¡conseguimos ver los monos! Primero las crías. Luego vemos como los matorrales se mueven muchísimo, lo que nos hace intuir que están descendiendo los padres. Y ahí aparece la madre con un bebé colgando y el padre. Curioso lo que nos parecemos a ellos. Realmente tienen la misma cara que un anciano.

A la vuelta, una ducha y preparamos ya el check-in. Una clase de preparación de rollitos y la comida antes de bajar. Eso, y que piensan que hemos robado el cubre camas. A ver para qué creen que lo queremos cuando justo-justo nos entran nuestras pertenencias.😒😒😒

De vuelta al puerto, seguimos de charleta con Sergi y Carles, dos catalanes cuyo viaje ya está dando los últimos coletazos. Intercambioamos los facebook y a ver si nos vamos de pintxos.

Ya en tierra, nos recibe nuestro agente de viajes particular. Le comentamos que queremos ir a Ninh Binh y él nos ofrece llevarnos hasta el autobús y el billete por 10 dólares. Ha sido tan agradable estos días que no nos lo pensamos mucho. Y tal vez deberíamos haberlo hecho.😂😂😂

De camino a la parada del autobús, hace un giro de 180°, momento en el cual otro coche casi nos embiste. Eso sí, ¡qué civilizados! Ni un grito ni nada. Bajada de ventanilla, disculpas y ya.

Ya en la parada, nuestro amigo nos da una botella de agua a cada uno y ahí que llega el bus, lleno de locales. De locales y de un gallo.😂😂😂 menudas 4h noa esperan por delante. Calor, un autobús lleno, ganas de mear. Bueno y el restop. ¡Qué baños! Jajajajja. De los orientales jajajaja. Entre eso y la timada por las botellas de agua fría por ser turistas, deseamos que pasen las 2h siguientes rápido.

Ya en Ninh Binh, entramos en la oficina de correos que está en la propia estación de autobuses. Les pedidos la contraseña del WiFi y muy amables nos dan la contraseña del WiFi interno. La verdad es que hay gente muy amable. Y ahí estamos las tres buscando donde alojarnos, dándole a booking y tripadvisor, y junto a nosotras un lugareño ofreciéndonos diferentes hoteles.

Al final reservamos el Kinh Do Hotel. Llamamos al mismo y vienen a recogernos. En 10 min ya estamos en el hotel. Una ducha que sienta de lujo después del calor sufrido en el autobús y bajamos a por unas cervecitas frescas y a cenar. Buenísimo.

Después de la cena, contratamos el coche para mañana para ir a ver Tam coc aunque él y otros turistas nos recomiendan Trang an en su lugar por estar menos masificado.

Así que con los deberes hechos y las fotos subidas a la nube, nos vamos ya a dormir. Que las camas tiene pinta de que nos van a dejar descansar.

viernes, 11 de septiembre de 2015

Día 6 - Bahía de Halong

Amanecemos en una parada de autobús con el mismo cerrado y los chóferes dormidos. En un principio no era Halong y al rato, descubrimos que sí. Bueno, descubrimos eso y que a una chica le han robado el móvil. Así que, mano a la mochila por si acaso.

En un taxi incluido en el precio nos llevan al puerto. El puerto de las excursiones del día. Hemos ido preguntando buscando los cruceros. Poca cosa había. Eso sí, todas las del mostrador de los tickets dándose crema como si no hubiera mañana. Así que, sentadas en las escaleras, hemos llamado al taxista que nos había ofrecido el que tenía mejor calidad-precio, al menos la pinta.

Y ahí estamos. Los cuatro sentados con un regateo duro-duro. Poco conseguimos rascar pero por fin ya tenemos cerrado el crucero.

Antes del embarque, el taxista nos acerca a su hotel, donde pasamos las horas muertas de charleta. Habíamos quedado con el chofer a las 11.30 pero se retrasa. Le llaman y en diez minutos (más bien veinte), nos recoge con una música digna de discoteca.😂😂😂

Y por fin, con mucha espera, llegamos a nuestro barco. 😍😍😍 Por fin toca descansar. Nada más entrar nos ofrecen un zumo. Dejamos las maletas y listos para comer. Con el hambre que tenemos, devoramos.

A lo largo del día, en el barco volvemos a coincidir con las tres euskaldunas de Sapa, conocemos a un matrimonio de Fiji (al marido le apodamos 'gure Risto' por ser publicista), un Australiano que viaja sólo (primo hermano de Mr Bing), otra pareja de australianos bastante raros,... La fauna y la flora del barco, vamos.😂😂😂

Después de un rato de colada y de acicalaros, nos vamos a visitar una cueva y tras esta visita, el barco parte hacia una una isla con un mirador a 425 escalones de altura. Las agujetas de ayer no nos hacen muy fácil el ascenso pero lo conseguimos. La vista lo merece. Al bajar, un baño cálido con el atardecer de fondo. Recuerdo para siempre.

Al regresar al barco, nos espera un tentempié de frutas en la cubierta. Bueno, frutas y galletas Maria. Ñam ñam ñam.

Antes de cenar una ducha que sienta genial. Y ya en la mesa, 11 platos nos esperan. Nos ponemos como el kiko. Y después, en el juego por mesas, ¡nos ganamos la merecida cerveza por ganar!

Subimos a la cubierta superior a charlar, contemplar las vista y acabar la cerveza.

miércoles, 9 de septiembre de 2015

Día 5 - Sapa

¡Qué dolor de cuerpo! ¿Y hoy toca caminar más? Buffff. Nos duele todo. G y yo somos como robots.
El desayuno de rechupete. Crepes y todo. Un desayuno para los campeones.😜😜😜 El pero ha venido al ver que la ropa no se había secado. Pero mejor limpio ¿no?

El trekking de hoy, mucho más llevadero, nos ha llevado a conocer un bosque de bambú y una cascada. Hoy nadie se ha caído. Aunque vamos todos con una agujetas considerables. Sherpas de 12 y 16 años echando una mano. Estas cosas te hacen pensar en cómo cambia tú vida según en qué punto del mapa caes.


Hemos acabado la mañana con una comida en familia. Unos noodles que nos han sentado de vicio. Manzana-pera fresca. Y el correspondiente intercambio de emaila para las fotos. Especialmente las de los resbalones.😜😜😜


Ya de vuelta en el hotel en el que habíamos dejado las mochilas, la ducha parece la mejor de nuestras vidas. Nada como un poco de agua, jabón y ropa limpia.

Volviendo a ser medio personas, damos una vuelta por Sapa. Un pueblo hecho por y para los turistas. Así lo declaran los restaurantes italianos que encontramos a nuestro paso, así como el precio del ultramarinos. En el camino, por fin entrando en razón, compramos los souvenires a nuestra 'anfitriona sherpa'.

Antes de marcharnos, hacemos tiempo en el hotel. El niño del mismo se nos sienta en medio a ver los dibujos animados en su teléfono a un volumen apto para sordos. Ahí va I, ni corta ni perezosa, a bajaroe el volumen a su teléfono.😂😂😂A las 5.00pm, tras la charla vía whatsapp para tranquilizar a las familias, nos vamos de camino a Lao Cai. Ya en la ciudad, nos acercan a la agencia en la que tenemos los billetes reservamos y con unas patatas, hacemos tiempo hasta las 7 que sale en bus.


¡Menudo autobús! ¡El putiautobús!😂😂😂 Todo luces. Hay que entrar descalzos. Te dan dos mantitas y los asientos tienen un tope para no apachurrar los pies del de atrás. Un detalle. La música es pura discoteca. Menudas risas los primeros minutos. Pero al rato ya no hace tanta gracia. Una pega de estos autobuses es que no tienen baño. Menos mal que al rato un chico pregunta acerca de la parada de rigor o pide que pare. Por lo demás, bastante cómodos. Ya podrían aprender los de Alsa, que yo me he dejado la espalda en sus asientos.