Qué alegría al despertarnos y ver que no llueve y, encima, hay resolillo. El plan inicial es ir al sastre después de desayunar para dar tiempo a que nos hagan la ropa y después a la playa.
Localizamos la sastrería que nos gustó ayer y ahí damos rienda suelta a la Pretty Woman que llevamos dentro: mirar diferentes patrones, diferentes telas,.... Una gozada. Al final, I va a hacerse un vestido y G y yo una camisa.
Al salir, el día se ve más gris de lo esperado y decidimos cambiar el plan de playa por unas cervezas y unos Worton.😜😜😜😜😜
Después del piscolabis, nos acercamos al hotel a dejar la colada y ya con los deberes hechos, ¡nos vamos a hacer la manicura, pedicura y el masaje de 1h! Qué gusto. Los 11€ mejor invertidos. Ahora que cuando notas que la vietnamita está sobre ti ya no tiene tanta gracia.
¡Qué contentas salimos! Y seguimos con el plan de chicas con una cervecitas junto al río antes de cenar. Una vuelta por el río para ver la iluminación nocturna y los farolillos. Hoi an adquiere un algo especial al anochecer.
Después, cenamos en Mango Mango, un restaurante que le habían recomendado a G y que nosotras también recomendamos. Cocina de autor en un entorno perfecto.
Ya antes de volver al hotel, nos damos una vuelta por el mercado nocturno, sin mucho entusiasmo de compra después de todo el día.
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