miércoles, 9 de septiembre de 2015

Día 5 - Sapa

¡Qué dolor de cuerpo! ¿Y hoy toca caminar más? Buffff. Nos duele todo. G y yo somos como robots.
El desayuno de rechupete. Crepes y todo. Un desayuno para los campeones.😜😜😜 El pero ha venido al ver que la ropa no se había secado. Pero mejor limpio ¿no?

El trekking de hoy, mucho más llevadero, nos ha llevado a conocer un bosque de bambú y una cascada. Hoy nadie se ha caído. Aunque vamos todos con una agujetas considerables. Sherpas de 12 y 16 años echando una mano. Estas cosas te hacen pensar en cómo cambia tú vida según en qué punto del mapa caes.


Hemos acabado la mañana con una comida en familia. Unos noodles que nos han sentado de vicio. Manzana-pera fresca. Y el correspondiente intercambio de emaila para las fotos. Especialmente las de los resbalones.😜😜😜


Ya de vuelta en el hotel en el que habíamos dejado las mochilas, la ducha parece la mejor de nuestras vidas. Nada como un poco de agua, jabón y ropa limpia.

Volviendo a ser medio personas, damos una vuelta por Sapa. Un pueblo hecho por y para los turistas. Así lo declaran los restaurantes italianos que encontramos a nuestro paso, así como el precio del ultramarinos. En el camino, por fin entrando en razón, compramos los souvenires a nuestra 'anfitriona sherpa'.

Antes de marcharnos, hacemos tiempo en el hotel. El niño del mismo se nos sienta en medio a ver los dibujos animados en su teléfono a un volumen apto para sordos. Ahí va I, ni corta ni perezosa, a bajaroe el volumen a su teléfono.😂😂😂A las 5.00pm, tras la charla vía whatsapp para tranquilizar a las familias, nos vamos de camino a Lao Cai. Ya en la ciudad, nos acercan a la agencia en la que tenemos los billetes reservamos y con unas patatas, hacemos tiempo hasta las 7 que sale en bus.


¡Menudo autobús! ¡El putiautobús!😂😂😂 Todo luces. Hay que entrar descalzos. Te dan dos mantitas y los asientos tienen un tope para no apachurrar los pies del de atrás. Un detalle. La música es pura discoteca. Menudas risas los primeros minutos. Pero al rato ya no hace tanta gracia. Una pega de estos autobuses es que no tienen baño. Menos mal que al rato un chico pregunta acerca de la parada de rigor o pide que pare. Por lo demás, bastante cómodos. Ya podrían aprender los de Alsa, que yo me he dejado la espalda en sus asientos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario