sábado, 12 de septiembre de 2015

Día 8 - Ninh Binh

Hoy también hemos descansado de lujo. Todo preparado ya, bajamos a desayunar. ¡Tortillita y zumo de mandarina!

Ya con la tripa llena, nos vamos con el chofer a Trang An, que se encuentra a 10km. Nos recomendaron Trang An en lugar de Tam Coc por estar menos masificado, por tener aguas cristalinas y por tener turismo vietnamita. Y así es. El paisaje, las cuevas, el manejo de las barcas por las barqueras,... Muy bonito paseo de 2h. Eso sí, somos la sensación. Nuestras piernas fuertes les impresionan y las barqueras no hacen más que achuchárnoslas cada vez que subimos a la barca.😂😂😂 Conocemos a un niño repelente de otra barca. Y, un clásico de la zona: la abuellita de la barca nos hace remar.

Tras eso, el chofer nos lleva a Bai Dinh, un templo enorme que tardamos hora y media en recorrer. El bochorno es insoportable. Y la fauna que encontramos nos hace creer que en lugar de un templo estamos en un zoológico.

Al acabar el paseo, nada más montar en el coche, empieza a caer una tromba considerable. Menos mal que estamos en el coche y que siendo de Donosti estamos acostumbradas. Así que, al llegar al hotel, cervezas a resguardo. Así pasamos la tarde entre charleta, subiendo fotos, de relax y aprendiendo la relación entre el budismo y las esvásticas.

Ya casi al final de la noche, coincidimos con dos médicos granadinos y ahí estuvimos de cháchara: que si el mánager era un chino gitano, que si en el tren igual teníamos chinches,... El mánager de celebración familiar nos comenta que no está lo suficientemente borracho como para no llevarnos a la estación así que, que no nos preocupemos y que nos acerca. Miedo nos da. Y más cuando nos trae chupitos de aguarrás. Para más inri, descubrimos que los masajes del lugar, son especiales. Con razón en la habitación había una luz verde y otra roja.😂😂😂😂😂

A las nueve, nos acinamos en el coche los 5 y el mánager nos acerca, a paso de burra, a la estación de tren. Llegamos y queda clara la división de la zona de espera: en los buenos asientos, occidentales, en los malos, orientales; en la zona de luz, occidentales, a oscuras, los orientales.

Ya en el tren, nos cambiamos rápidamente y nos colocamos en nuestro sitio. Tenemos 10h por delante y hay que aprovecharlas. Aún despiertas, aparece el pica: por lo visto, se había dejado unas chancletas debajo de la cama.😨😨😨 Y para más inri, a la media hora, un autóctono se nos une en el compartimento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario