Amanecemos temprano en el tren. G no ha dormido mucho con eso de tener un inquilino. Y nos cuenta todas las andanzas nocturnas: que si ha desayunado noodles, que si los pedos han sido una constante,... Nos meamos de la risa.
Cargamos las mochilas, bajamos del tren, un 'taxista' nos lleva por 50.000VND al hotel. ¡Qué gusto poder ducharnos según llegamos!
En el hotel nos ayudan a organizar la visita del día en coche. Así también organizamos el traslado a Hoi an y la colada.
Ya tras el café, arrancamos con la visita a las diferentes tumbas: primero visitamos la tumba Minh Mang, después visitamos la de Khai Dinh, y en último lugar, la de Tu Duc, la cual está casi derruida y abandonamos rápidamente. En la segunda tumba, nos hacemos con unos helados de mango y fresa Buenísimo por los que nos cobran, por extranjeras, un ojo de la cara: por lo visto son coreanos y de ahí su elevado precio.😒😒😒
A continuación, nuestro chofer nos acerca la la pagoda Thien Mu como bien nos hace saber con su voz de la ultratumba al señalarnos la 'pa-go-da'. En el interior, encontramos un monje y a gente rezando.
Para finalizar el tour, el chofer nos deba en la ciudad imperial. Antes de entrar, decidimos tomar un refrigerio. Con la ayuda de nuestra guía impresa, vamos visitando las diferentes zonas de ciudad. La verdad es que no está nada bien indicado.
Una vez finalizado, con el cielo bastante encapotado, decidimos comprar unas galletas y chuches e irnos a ducharnos antes de cenar. Y es que aquí, la sensación de recién duchada vale su peso en oro. Además, aprovechamos para ver las regatas de la bandera de la Concha vía Eitb sat.😂😂😂😂😂
No nos vamos muy lejos a cenar: justo puerta con puerta con el hotel se encuentra un bar de los más agradable con su terraza y su música de Bob Marley. Cenamos muy rico y probamos otra cerveza más: huda. Más parecidas a las nuestras. Muy rica.
A la vuelta, recogemos la colada y preparamos todo para mañana.
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