Pasamos el control y en seguida estamos en el avión. El sueño nos vence y el trayecto sirve para un pequeño descanso, que no es mucho pero menos da una piedra. Con alguna turbulencia de por medio, llegamos a la isla de Jeju.
Tras recuperar los ojos, nuestra primera misión es buscar el coche de alquiler. Todas las compañías tienen un shuttle desde la zona habilitada para los coches de alquiler. Lo que no me esperaba era que ¡el shuttle fuera un autobús!
La de la compañía del coche de alquiler digamos que no es, en absoluto, la más agradable del lugar y tras un pequeño rifi-rafe via telefónica, y enviarle un orzuelo a la susodicha, recogemos el coche de alquiler: primera vez conduciendo en corea y primera vez conduciendo un coche automático. Los primeros minutos son ...de reconocimiento. 🤣🤣🤣 Aitaren eta semearen.🤣🤣🤣
En corea muchas de las cafeterías arrancan más tarde pero localizamos una cafetería cercana. Un café y un scone, como si fuera Londres. De repenteun señor pide que quitemos el coche y ahí que salimos de manera atropellada del café.
Ya en marcha, y poco a poco, cogiéndole el truco más al coche automático, patada psea gasolina. Una pequeña odisea pero conseguimos solucionarlo gracias a la ayuda de un coreano. Así nos vamos a Iho Tewoo Beach. Curioso ver a los coreanos llegar a la playa y entrar al mar sin cambiarse, incluso en vaqueros. Muy curioso por no decir que raro. Tras las fotos de rigor, ponernos rumbo al siguiente punto.
En unos 5 minutos nos plantamos en Dodu-dong coastal Road con sus piedras de colores. El book completo hace que todavía tengamos más calor con el bochorno que empieza a haber así que hacemos un pausa para un café y refrescarnos. Planteamos un poco el itinerario del resto del día y decidimos las próximas 3 paradas.
Vuelta a la carretera. Poquito a poco vamos mejorando, con la música de fondo, hacemos una parada poco ortodoncia en Jeju the container; una cafetería con forma de cesta en la que el ingrediente estrella es la mandarina que recolectan. Además, tienen atrezzo para poder hacerse fotos. Nuestras risas de escuchan desde China (y la cara de seta de las otras chicas que estaban se ve desde Japón).🤣🤣🤣
De camino a casa, la siguiente parada es el cráter Sangumburi, un cráter volcánico con una vegetación que nos sorprende por lo frondosa que es.
Se nos está pasando la hora de comer puesto que son ya las 16:00 así que nos acercamos a un centro comercial cercano para comer algo. Encontramos pan bastante similar a nuestro pan en París Baguette y l ilusión que nos hace comer algo medianamente salado cuando tiene que ser así.... Y es que ¡acostumbran a tener un deje dulce incluso los panes! De hecho, los dulces no son tan dulce y las cosas saladas como las tostadas o las patatas, tienden a serlo. Un cafecito de relax mirando a la vegetación y rumbo al alojamiento.
Nos ubicamos y tras descansar unos minutos, hacemos la rueda de reconocimiento pertinente: supermercado a por cena y desayuno. Ducha y colada. Fin del día.
Pasos: 11.568 pasos
No hay comentarios:
Publicar un comentario