lunes, 4 de agosto de 2025

Día 4 - DMZ - Hongdae

El día comienza tempranito y más si llevas 3h comiendo techo antes de que suene la alarma.🙈🙈🙈 Habíamos dejado todo preparado así que nos vestimos rápido y salimos sobre lo previsto. A pesar de tener desayuno incluido, nos toca desayunar a lo coreano: GS25 nos surte de desayuno; café con hielos y unas galletas.


A las 6:45 estamos puntuales en el punto de encuentro de Myengdong (salida 9 del metro, junto al hotel sky park 3). Todo listo para la excursión del día.

Nuestro guía, Gogo, nos va explicando la situación general de corea de camino a la primera parada. Tardamos cerca de una hora en llegar al puente colgante Gamaksan. Ya había leído que había una pequeña subida de unos 7-10 minutos, que entre el calor y la forma física, la verdad, se hace notar. Pensaba que el puente era más endeble pero en absoluto, así que tras pasar al otro lado y sacar las fotos de rigor, hacemos la vuelta al autobús. Ya nos ha dicho que la hora de salida es importante y lo cierto es que durante toda la excursión, los horarios son casi horarios militares.


Ya en el autobús, con sinceridad, tengo ganas de que alguno de los pasajeros pase la línea al norte y no vuelva (ganas que no se disipan a lo largo de toda la excursión): llevo fatal que la gente no se comporte medianamente normal y sea una notas.😡🤬😡🤬😡 Por suerte, el camino hasta el siguiente punto no nos lleva mucho y en seguida llegamos al parque Imjingak.

El sueño se empieza a notar y un cafecito es lo que nos resucita un poco: a diferencia del de la mañana, este sí es café y leche solo y sabe a gloria. La dinámica siempre es primero las explicaciones en grupo y después, unos pocos minutos libres. La explicación acaba justo en el punto que más nos interesa: la tienda en la que se venden monedas norcoreanas. Así que al acabar las explicaciones, directo a por el souvenir. Después, unas fotos rápidas y nuestros primeros sellos en el pasaporte (realmente no hay sitio para estos sellos pero no vamos a perder la oportunidad).


Se agradecen los trayectos en autobús con aire acondicionado entre los puntos a visitar. Y de camino a la tercera visita, el tercer túnel, cruzamos la linea azul que determina la divisiónAl parecer, la bajada al túnel es llevadera pero la subida algo complicada. En esa zona no se puede llevar nada así que dejamos todo en la taquilla y nos adentramos con nuestro casco de obra al único túnel visitable. 350m de bajada con un 11 de desnivel y otros 250m (en algunos lugares hay que agacharse) para llegar a la zona más cercana de Corea del Norte. Además, se puede ver el número de días que llevan ambas correas en un armisticio: 26305 días. Curioso cuanto menos. La subida .. despacito y cada uno a su ritmo, se puede hacer. Para mí, muchos más fácil y muchísimo menos claustrofóbico que las Pirámides de Guiza (aquí no hay esa humedad y en todo momento el túnel de mucho más ancho y alto).


Siguiente parada es el obsevatorio Dora. En este momento no se puede subir al observatorio así que observamos la zona de Corea del Norte que se puede observar: la imagen que se quiere trasladar.

La última parada es en el supuesto pueblo unificado, donde la gente vive libremente con ciertos beneficios y está el único lugar para poder comer: un buffet libre por 13.000krw. La verdad es que está bien la parada para comer: pensaba que nos iban a sablar y que la comida iba a ser sin más pero nos quedamos gratamente sorprendidos. Y el alga con arroz y guiso es nuestro descubrimiento top. Visitilla de rigor al baño antes de emprender el camino de vuelto a Seoul. La vuelta la hacemos con la siesta de rigor.

Cómo llegamos antes de lo previsto y estamos al lado del hotel, decidimos hacer una paradita técnica para dejar algunas cosas y estirar un poquito la espalda que todavía nos queda toda la tarde.

Nos vamos hacia Hondae por primera vez usando el metro. La primera parada está clara: la cafetería 934 Kingscross ambientada en Harry Potter: bonita mandrágora.


Paseamos por el barrio con la esperanza de encontrar a algunos bailando pero no se tercia. Tal vez el hecho de que esté empezando a llover no ayuda. Así que al rato,  decidimos adelantar el plan y volver a coger el metro para ir a la zona del DDP(salida 1 del metro): unas compras en uniqlo y en Mimiline. Antes de visitar el espectáculo de luces que hay en el edificio de Zaha Hadid. Por cierto, el edificio arquitectónicamente, al menos por fuera, está muy chulo: un juego de luces y de volúmenes muy guay. 



Con los casi 22.152 pasos hechos, solo nos queda volver a casa en metro, pasar por el GS25, coger algo de cenar y desfallecer en la habitación. Ha sido un día largo.

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