sábado, 14 de julio de 2018

Día 10 - Gili Air

El día de hoy lo tomamos de descanso. Tras el desayuno, cogemos las mochilas para ir en busca de playas de arena. Por lo visto son las del este, donde también es buena zona para hacer snorkel así que nos llevamos las gafas y el tubo.

Según llegamos, ponemos nuestras toallas y al agua. Por fin aguas cristalinas sin corriente. Un poco de snorkel, algo de lectura hasta que llega el calor. Nos mudamos y con un café con hielos y nuestros pufs, ya tenemos el nuevo campamento base hecho. Así que la mañana se resume en: mucha crema de sol, mucho horizontal, snorkel para conocer a Dory y sus amigos (hasta una estrella de mar azul) y mucha lectura.

A la hora de comer, nos vamos al chiringuito. Un rato a la sombra nos hace bien. El sol pega mucho. De hecho, gastamos 2/3 de un bote de crema. La marea está bajando por lo que el baño de después de comer no es viable. Aguantamos un poco hasta que nos buscamos un lugar para ver el atardecer.

Prácticamente todos los chiringuitos tienen mesas, hamacas y mesas enormes para sentarte en ellas así que no hay más que escoger el lugar que más te gusta, pedir una bebida y esperar. Nos damos cuenta que se ve Bali al fondo y aunque el atardecer no deja los colores de ayer, sigue siendo espectacular.

Vuelta al alojamiento para ducharnos y darnos crema. Un gustazo de ducha. Y más cuando ya tenemos toda la ropa limpia: menuda eficacia (en menos de 12h la han lavado y secado).

Acicalados, salimos a cenar. Se nota mucha menos gente. De hecho, a penas nos cruzamos con nadie y hoy andamos mucho antes. Decidimos ir al 'Pura vida', un bar regentado por una catalana en el que nos dedicamos a comer croquetas de calamares, tortilla de patatas, humus y una pizza. Sabe a gloria el aceite de oliva. Por mucho que nos guste la comida asiática, de vez en cuando gusta mucho volver a paladear otros sabores.

De vuelta confirmamos que no hay nadie. Ni en el Legend. Increíble la diferencia. Así que tranquilamente volvemos a casa. Siempre miramos las estrellas porque la oscuridad que hay aquí es increíble y el cielo parece un póster dibujado. No parece real de las estrellas que hay y de lo bien que se ven. Volvemos pronto a casa y tenemos tiempo para el relax. Hasta que de repente de va la luz.😂😂😂 Poco relax ya porque no leer ni poder comunicarnos ni nada jajajaa. Menos mal que en breve vuelve la luz. Esta noche la incursión de los geckos ha sido menor: sólo nos esperaba uno para saludar.



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