lunes, 9 de julio de 2018

Día 6 - Lombok

Seguimos durmiendo poco. Pasadas las 4, nos despertamos con los ojos casi pegados. Esta cama sí que nos ha ayudado a recuperar fuerzas y el desayuno ha rematado la jugada. Y menos mal porque nos esperaba un comienzo de día, cuanto menos, trepidante.

Al llegar al quiosco para hacer el check-in, la máquina no nos permite realizar el trámite así que pasamos al mostrador de facturación. La chica nos informa que necesitamos un billete de salida y ahí comienza la aventura. A 20min de cerrar el vuelo nos encontramos en facturación comprando un billete de salida de Indonesia. Rápidamente cogemos el avión de vuelta a Singapur. Nos toca correr: llegamos a inmigración, agobiados, nuestra cara debe de ser un poema porque nos observan y según abrimos la boca, nos dejan pasar. Siguiente obstáculo: el control, donde también nos dejan pasar y tras haber olvidado la botella de agua y echarla, salimos corriendo dirección la L7. Aquello parecía Malasia Express. La behobia se queda corta. A 3minutos de cerrar llegamos a la puerta, sudando y casi sin poder creerlo: estábamos en el avión dirección a Lombok.

Sobre las 9.30 llegamos a Lombok dónde nos toca pelearnos con todos los lugareños para poder pasar el control. Ya fuera, sacamos dinero y nos vamos a la pelea del taxi, que fue rápida y breve porque en seguida hubo quien aceptó nuestro precio.

En poco más de 20min, llegamos a Kuta, a Rasti Homestay. Super acogedora la dueña Rafi. Desayunamos mientras esperamos a los amigos de J que llegan en seguida. Un Kopi mientras nos ponemos al día y nos organizamos. 

Finalmente, nos vamos a Mawi beach, una playa entre montañas llena de surfistas. La verdad es que las olas son impresionantes. Muchos de los que están en el warung (puesto) son surfistas esperando entrar al mar.

Un baño rápido y a comer con vistas al mar. Bueno y barato.  Toca reposar la comida hasta el atardecer. Una pena que el día no sea 100% soleado, pero al menos la temperatura es buena.

De vuelta a Kuta, nada mejor que una cerveza. Vuelta al homestay a ducharnos y salimos a cenar. ¡Por fin algo de pescado!

Con nuestra linterna, volvemos al homestay y en la terraza apuramos las últimas horas con una cerveza. 






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