lunes, 16 de julio de 2018

Día 13 - Ubud

A las 8:20, llega la mujer con el desayuno que nos coloca en la terraza.  Eso sí que es un lujo. Desayunamos tranquilamente un café, un pancake y fruta.

Pasadas las 9.30, arrancamos. Nos vamos hacia el centro de Ubud. Se nota muchísimo el turismo y el tráfico. No hacemos más que encontrarnos tiendas y cafeterías muy bien puestas. Muy Pinterest.😂😂😂

En seguida localizamos el camino hacia los arrozales: curiosa calle que está llena de firmas en la calzada, como si fuera el paseo de la fama. Si os animáis, no hay pérdida; solo hay que caminar. Perderse por los arrozales, caminos en los que no hay más que trabajadores del campo, tiene su encanto. Nos ha costado un poco encontrar el camino de vuelta pero simplemente, al llegar a los arrozales, hay que tirar a la izquierda (siempre que vayáis por la calle Kajang).

A la vuelta de los arrozales, decidimos ir hacia Penestaran para ver los arrozales desde otra perspectiva. Merece la pena el paseo por ver cómo va cambiando el paisaje. Además, a la vuelta tomamos el mejor café con hielos de Indonesia. El café se llama Ant y lo lleva un chico super simpático. Si vais por ahí, merece la pena la parada.

De vuelta en el centro de Ubud, ya es la hora de comer así que tras ver algún templo, decidimos parar a comer frente al mercado. Comemos de lujo en un restaurante un tanto pijo (un pequeño lujo que en Asia suele ser bastante asequible) y tras haber cargado pilas, nos vamos al mercado a reencontrarnos con A. y J. Un café con hielos y dispuestos a regatear. Sinceramente, es el mayor hándicap de Asia; me exaspera el regateo.

Nos cuesta pero conseguimos las cosas que nos interesan. Acabado el mercado, nos vamos en busca de una barbería para J y un salón de belleza para mí; las uñas ya son inaguantables. En una hora, ya lucimos nuestro nuevo look.😂😂😂 Así que ya nos vamos a cenar a una calle que nos han comentado y ¡menudo ambiente! Todos los locales están llenos, incluso en algunos hacen cola. Acabamos en un warung cenando.

Al acabar, nos vamos de camino a casa, pero antes buscamos información para ir a nuestro siguiente destino así como para mañana, que queremos hacer una excursión. Finalmente, al llegar a casa les comentamos que nos gustaría quedarnos una noche más y el tema de la excursión. Super majos, nos organizan la excursión para mañana con su hermano. Sólo nos queda una ducha, una videollamada (kaixo, B!) Y relax para comenzar mañana el día.







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